sábado, 5 de noviembre de 2011

Edificio de La Equitativa

EDIFICIO DE LA EQUITATIVA, 1891
Calle de Alcalá, 14 / Calle Sevilla 3 y 5








A finales del siglo XIX el tramo de la calle de Alcalá en el que se encuentra el edificio, se fue 

convirtiendo paulatinamente en el centro financiero del país. Los principales bancos, sociedades y compañías construyen sus sedes en el tramo que va de Sol a Recoletos. El primer edificio que se construye en la zona en la esquina de la calle de Alcalá con la calle Sevilla es éste, que va a ser sede de la compañía aseguradora, entonces de nacionalidad Norteamericana, La Equitativa. Para su construcción se hace en subasta pública con cuatro solares de la calle de Alcalá. 
 
Se encarga del proyecto el arquitecto José Grases Riera comenzándose a construir en 1882 y finalizándose en 1891. Además de ser la sede de la compañía, el edificio en un principio está destinado a viviendas, pero salvo el piso superior en el que vivirá el arquitecto el resto se alquila a diversas empresas. Por este edificio pasan el Casino de Madrid o el Círculo de Bellas Artes antes de tener sedes propias, y la embajada de Japón. 


 
El edificio es adquirido por el Banco Español de Crédito en 1920 que encarga al arquitecto Joaquín Saldaña una reforma integral. Saldaña redecoró interiormente el edificio para albergar su sede central. También levantó una planta, modificó las entradas y añadió la rejería de la planta baja. Las reformas estéticas que se realizan obligan a sustituir el conjunto escultórico del alemán Knipp que se encontraba en el nicho de la fachada frontal y que representaba a una mujer protegiendo a unos niños, símbolo de una compañía de seguros pero no de un banco, por lo que es donada al ayuntamiento siendo ubicada en el Campillo del Nuevo Mundo.



 
La segunda reforma importante se realizó en 1945. Se encargo de ello Enrique Cebrián que hizo un segundo sótano y una ampliación en altura de tres plantas.



El arquitecto José Grases Riera consiguió aprovechar perfectamente el solar triangular, para utilizando un estilo ecléctico totalmente original, aumentar la monumentalidad del edificio. Destacan en su fachada las ménsulas con forma de cabeza de elefante que sustentan el balcón corrido del primer piso aportando la idea de fortaleza y seguridad que una compañía de seguros debía transmitir. La confluencia de la calle de Alcalá y la calle Sevilla está resuelta con una fachada de forma semicircular parecida a la proa de un barco que está coronada con un templete y un reloj escoltado por dos esculturas realizadas en cobre dorado representativas del tiempo y el futuro.




En el 2006 se cerró una importante operación inmobiliaria por la que el Banco de Santander anterior propietario vendió la “manzana financiera” que agrupa las antiguas sedes del Banco Español de Crédito y del Central Hispano al grupo Restauración & Alojamiento Palace Gestión que encargó al arquitecto Rafael de la Hoz transformar los históricos edificios pero siempre manteniendo la estética exterior, en viviendas de lujo y un hotel de altísimo nivel por cuya gestión ya pugnan las más prestigiosas cadenas del mundo.








miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fuente de Cibeles


FUENTE DE LA DIOSA CIBELES, 1782
Plaza de Cibeles s/n





Sin duda la fuente de Cibeles es uno de los monumentos más representativos de Madrid.
Durante el reinado de Carlos III en el conocido como Salón del Prado se construyeron tres fuentes dedicadas a tres dioses clásicos, Neptuno, Apolo y la diosa Cibeles, siendo esta la primera en concluirse. 

El diseño de las tres fuentes fue encargado a Ventura Rodríguez, los leones obra de Roberto Michel fueron construidos en mármol de Montesclaros y la diosa fue construida por Francisco Gutierrez con piedra de Redueña.




La fuente estuvo en un principio situada en un lado de la plaza junto al Palacio de Buenavista, frente a la actual verja que rodea el cuartel General del Ejercito, al nivel del suelo y mirando hacia donde estarían las otras dos fuentes. 

La plaza en la que estaba ubicada se llamó Plaza de Madrid, cambiándose este nombre en 1900 por el de Plaza de Castelar. Debido a que desde la instalación de la fuente la plaza era conocida por todos los madrileños como la Plaza de la Cibeles ese nombre se hizo oficial en 1941.


El proyecto se realizó entre 1777 y 1782 aunque no empezó a funcionar hasta 1792. Además de ser una fuente ornamental surtía de agua a los aguadores que la repartían por la ciudad por uno de sus caños y a los habitantes de la ciudad por otro. Para facilitar el acceso a coger el agua se colocaron dos figuras que representaba a un oso y una especie de dragón mitológico (grifo)

A finales del siglo XIX la plaza sufrió una polémica remodelación, y la fuente se desplazó al centro de la plaza, elevando el conjunto y cambiando su orientación a la que actualmente tiene, mirando a la puerta del Sol. También se cambiaron el oso y el grifo por los conocidos Amorcillos de la parte trasera construidos por los escultores Miguel Angel Trilles y Antonio Parera.


A mediados del siglo XX, la fuente fue remodelada de nuevo, momento en que se la añadieron nuevos surtidores, cascadas y la iluminación nocturna.




Cibeles es la diosa de la madre tierra, de la fertilidad, de la naturaleza, de la vida y de la muerte, es representada sobre un carro que simboliza la superioridad de la madre Naturaleza, con una corona con forma de muralla y siempre acompañada de leones.



Como curiosidad comentar que según la mitología los leones que tiran del carro de Cibeles son Atalanta y Hipómenes. La mitológica historia cuenta que el padre de  Atalanta quería únicamente hijos varones y por este motivo abandono al nacer a Atalanta en el monte Partenio. Una osa la cuidó y la amamantó, hasta que unos cazadores la encontraron y decidieron criarla.

Atalanta creció y se convirtió en una joven muy bella, ágil y diestra en el arte de la caza, por lo que decidió no casarse y mantenerse virgen para consagrarse a la diosa de la cacería, Artemisa.

Estar consagrada a Artemisa implicaba que debía mantenerse virgen, y un oráculo le predijo que si algún día se casaba iba a ser convertida en animal. Para evitar  cualquier pretendiente, anunció que sólo se casaría con aquel que lograra vencerla en una carrera, pero si era ella la que resultase vencedora el pretendiente pagaría con su vida. Aún cuando Atalanta les daba alguna ventaja al inicio de la carrera a sus oponentes, ella siempre vencía y acababa con la vida de su contrincante.

Hasta que se presentó Hipómenes que perdidamente enamorado de Atalanta había acudido a la diosa Afrodita, está le regaló unas manzanas de oro que procedían del jardín de las Hespérides. Durante la carrera cada vez que la joven se aproximaba Hipómenes dejaba caer una de las manzanas, que Atalanta se detenía a recoger fascinada por su belleza. Atalanta no pudo recuperar el tiempo que perdió recogiendo las manzanas y el joven ganó la carrera y con ello la mano de Atalanta.

La pareja muy enamorada vivió feliz durante un tiempo, compartiendo sus cacerías y hazañas. En una de estas persecuciones, los esposos entraron en uno de los santuarios de Cibeles, y enamorados como estaban se detuvieron y gozaron de su amor. Cibeles enojada por el sacrilegio y transformó a la pareja en dos leones condenándoles a estar siempre juntos tirando de su propio carro como aparecen representados en la famosa estatua que se ha convertido en uno de los símbolos de Madrid.





martes, 1 de noviembre de 2011

Fuente de Apolo y las Cuatro Estaciones

FUENTE DE APOLO Y LAS CUATRO ESTACIONES, Madrid 1803
 

Paseo del Prado s/n


La fuente de Apolo, también conocida como las Cuatro estaciones se encuentra en el centro de lo que se denominó Salón del Prado. En 1779 bajo el reinado de Carlos III, el conde de Aranda encargó a José Hermosilla el diseño de un paseo. Hermosilla trazó una forma circoagonal con tres esculturas como referencia. Encargó el proyecto escultórico a Ventura Rodríguez que diseño tres fuentes dedicadas a dioses clásicos, la diosa Cibeles en un extremo, el dios Neptuno en el otro y el dios Apolo en el centro, todas ellas consideradas obras maestras del neoclasicismo español. 




 
La fuente diseñada por Ventura Rodríguez se compone de un cuerpo central con escalinata, con dos mascarones que arrojan agua sobre tres conchas superpuestas de diferentes dimensiones.  Fue inaugurada en 1803, para celebrar el enlace del príncipe heredero Fernando.
 


Las esculturas del pedestal que representan las cuatro estaciones fueron encargadas a Manuel Álvarez, el Griego.
 



La primavera es una mujer joven con flores que simboliza el nacimiento del año.
 
 


El verano es también una mujer con una espiga de trigo en representación de los campos cultivados. Tiene una hoz en la mano.
 


El otoño es un hombre joven que lleva una corona de uvas en la cabeza y algunas en su mano.
 


El invierno está representado por un anciano simbolizando el final del año y de la vida.
 

Estas cuatro estatuas están en bastante mal estado debido al material utilizado.

 
 

Remata el monumento una efigie del dios Apolo, divinidad de la luz y las artes, con los rasgos del rey Carlos III que fue realizada por Alfonso Giraldo Bergaz. De todas las variedades en la que es reconocido como dios, esta imagen de Apolo representa al dios de la música, la poesía y las artes por esto se nos muestra con una lira en la mano.
 



Los mascarones que arrojan el agua a la fuente representa a Medusa, una gorgona que convertía en piedra todo lo que miraba y a Circe, una diosa hechicera que convertía en animales a quienes la rechazaban.



Edificio del Banco de España


BANCO DE ESPAÑA, Madrid, 1884-1891
Calle de Alcalá, 48, c/v Paseo del Prado, 2, c/v, Plaza de la Cibeles



La sede central del Banco de España es uno de los edificios más representativos de Madrid y de la arquitectura española del siglo XIX y comienzos del XX. Sin embargo, hasta su construcción, el Banco fue desarrollando su actividad en otros lugares de la ciudad.
Para la construcción de la actual sede se adquiere, en 1882, un amplio solar formado por las antiguas parcelas del palacio del Marqués de Alcañices, Duque de Sesto, y algunos terrenos anexos, entre ellos, el correspondiente a la capilla de San Fermín de los Navarros, al jardín de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y al de una casa propiedad del Marqués de Larios  y se acuerda convocar un concurso público para la elección del proyecto arquitectónico que mejor se adapte a las necesidades del Banco y cuyas bases son redactadas por los propios arquitectos de la institución, Eduardo de Adaro y Severiano Sainz de la lastra.

De los cuatro proyectos que se presentan, ninguno de ellos satisface plenamente a la comisión de obras, por lo que se encarga a los arquitectos del Banco que, tras estudiar los edificios de otros Bancos Europeos, redacten el proyecto definitivo, que fue aprobado a finales de 1883.
La primera piedra fue colocada por Alfonso XII el 4 de Julio de 1884. Las obras, que se realizaron siguiendo el proyecto de Eduardo Adaro y Severiano Sainz de la Lastra -los cuales obtuvieron la medalla de oro en la Exposición de Bellas Artes de 1884- se prolongaron hasta 1891. El coste, incluyendo solares y edificio, fue de unos 15.300.000 pesetas.


El edificio del Banco de España ha sido ampliado a lo largo de su historia en varias ocasiones. La primera en 1927 dirigida por el arquitecto del Banco José Yarnoz Larrosa, en ella se incorpora las casas situadas en la calle de Alcalá más próximas al Banco de España pertenecientes al conde de Santamarca. Yarnoz Larrosa, propone la prolongación de la fachada, repitiendo la imagen externa del edificio existente y reservando sólo al interior las novedades arquitectónicas de la época. Destacan en el exterior del edificio las puertas de entrada, construidas en hierro dulce por el artista Bernardo Asíns.



La segunda ampliación de la sede de Cibeles comienza en 1969, según un proyecto de Javier Yarnoz Orcoyen, hijo del autor de la anterior remodelación. En esta fase, el edificio del Banco se cierra por las calles de Los Madrazo y Marqués de Cubas.
La tercera gran ampliación se realiza en la década de los 70 en ella incorpora el edificio de la esquina de las calles Alcalá y Marqués de Cubas cerrando así la manzana que garantiza la seguridad del edificio. Con este propósito, el Banco había adquirido el 2 de febrero de 1950 el edificio contiguo a su sede, 


 El 25 de septiembre de 1978, el Banco convoca un concurso de ideas para desarrollar la que sería su última ampliación hasta nuestros días, invitando a los más prestigiosos arquitectos españoles. Un año más tarde, y contando con el asesoramiento de una Comisión constituida por representantes del Ayuntamiento de Madrid, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el Consejo Ejecutivo del Banco elige la propuesta presentada por Rafael Moneo, encargándole la redacción del proyecto definitivo.
No obstante, la obra no se puede acometer en aquel momento porque el inmueble estaba sujeto a protección. El Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, en el que se establece la planificación del área del Banco, no se aprueba hasta 1997. En 2003, tras un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Madrid y el propio Banco de España, se inicia la última fase del cerramiento de la manzana, de acuerdo con el proyecto revisado por el propio Moneo durante el año 2002.
El resultado final es inaugurado en 2006 por los Sus Majestades los Reyes D. Juan Carlos y Doña Sofía, coincidiendo con el 150 aniversario del nombre Banco de España, y mantiene los principios básicos de la idea original, basados en la continuidad de las fachadas de Alcalá y Paseo del Prado, pero introduce algunas variaciones arquitectónicas que enriquecen el conjunto, respetando en todo momento lo ya existente.



El nuevo edificio cuenta con una superficie construida total de 4.736 metros cuadrados, que comprenden la planta baja, tres plantas sobre rasante y cuatro sótanos.