martes, 1 de noviembre de 2011

Edificio del Banco de España


BANCO DE ESPAÑA, Madrid, 1884-1891
Calle de Alcalá, 48, c/v Paseo del Prado, 2, c/v, Plaza de la Cibeles



La sede central del Banco de España es uno de los edificios más representativos de Madrid y de la arquitectura española del siglo XIX y comienzos del XX. Sin embargo, hasta su construcción, el Banco fue desarrollando su actividad en otros lugares de la ciudad.
Para la construcción de la actual sede se adquiere, en 1882, un amplio solar formado por las antiguas parcelas del palacio del Marqués de Alcañices, Duque de Sesto, y algunos terrenos anexos, entre ellos, el correspondiente a la capilla de San Fermín de los Navarros, al jardín de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y al de una casa propiedad del Marqués de Larios  y se acuerda convocar un concurso público para la elección del proyecto arquitectónico que mejor se adapte a las necesidades del Banco y cuyas bases son redactadas por los propios arquitectos de la institución, Eduardo de Adaro y Severiano Sainz de la lastra.

De los cuatro proyectos que se presentan, ninguno de ellos satisface plenamente a la comisión de obras, por lo que se encarga a los arquitectos del Banco que, tras estudiar los edificios de otros Bancos Europeos, redacten el proyecto definitivo, que fue aprobado a finales de 1883.
La primera piedra fue colocada por Alfonso XII el 4 de Julio de 1884. Las obras, que se realizaron siguiendo el proyecto de Eduardo Adaro y Severiano Sainz de la Lastra -los cuales obtuvieron la medalla de oro en la Exposición de Bellas Artes de 1884- se prolongaron hasta 1891. El coste, incluyendo solares y edificio, fue de unos 15.300.000 pesetas.


El edificio del Banco de España ha sido ampliado a lo largo de su historia en varias ocasiones. La primera en 1927 dirigida por el arquitecto del Banco José Yarnoz Larrosa, en ella se incorpora las casas situadas en la calle de Alcalá más próximas al Banco de España pertenecientes al conde de Santamarca. Yarnoz Larrosa, propone la prolongación de la fachada, repitiendo la imagen externa del edificio existente y reservando sólo al interior las novedades arquitectónicas de la época. Destacan en el exterior del edificio las puertas de entrada, construidas en hierro dulce por el artista Bernardo Asíns.



La segunda ampliación de la sede de Cibeles comienza en 1969, según un proyecto de Javier Yarnoz Orcoyen, hijo del autor de la anterior remodelación. En esta fase, el edificio del Banco se cierra por las calles de Los Madrazo y Marqués de Cubas.
La tercera gran ampliación se realiza en la década de los 70 en ella incorpora el edificio de la esquina de las calles Alcalá y Marqués de Cubas cerrando así la manzana que garantiza la seguridad del edificio. Con este propósito, el Banco había adquirido el 2 de febrero de 1950 el edificio contiguo a su sede, 


 El 25 de septiembre de 1978, el Banco convoca un concurso de ideas para desarrollar la que sería su última ampliación hasta nuestros días, invitando a los más prestigiosos arquitectos españoles. Un año más tarde, y contando con el asesoramiento de una Comisión constituida por representantes del Ayuntamiento de Madrid, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el Consejo Ejecutivo del Banco elige la propuesta presentada por Rafael Moneo, encargándole la redacción del proyecto definitivo.
No obstante, la obra no se puede acometer en aquel momento porque el inmueble estaba sujeto a protección. El Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, en el que se establece la planificación del área del Banco, no se aprueba hasta 1997. En 2003, tras un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Madrid y el propio Banco de España, se inicia la última fase del cerramiento de la manzana, de acuerdo con el proyecto revisado por el propio Moneo durante el año 2002.
El resultado final es inaugurado en 2006 por los Sus Majestades los Reyes D. Juan Carlos y Doña Sofía, coincidiendo con el 150 aniversario del nombre Banco de España, y mantiene los principios básicos de la idea original, basados en la continuidad de las fachadas de Alcalá y Paseo del Prado, pero introduce algunas variaciones arquitectónicas que enriquecen el conjunto, respetando en todo momento lo ya existente.



El nuevo edificio cuenta con una superficie construida total de 4.736 metros cuadrados, que comprenden la planta baja, tres plantas sobre rasante y cuatro sótanos.




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